sábado, 30 de abril de 2016

Entrevista a Vanina Rodríguez

En una entrada anterior les hablé sobre el fenómeno de la autopublicación de libros en Argentina. Para escribir esa entrada, entrevisté a cinco escritores argentinos. Hoy comienzo a publicar las entrevistas y la primera autora que respondió mis preguntas fue Vanina Rodríguez.



¿Por qué decidiste autopublicar tus libros?

Cuando decidí que había llegado la hora de publicar una de mis novelas pude confirmar que, en general, para un autor que recién comienza el camino no es fácil. Por supuesto, uno de los temas más complicados es poder conseguir una editorial. Es muy difícil llegar a una que reciba el material y que lo analice. La mayoría, si contesta, dice que “tiene cerrada las puertas para recibir manuscritos”. Eso no iba a detener mi sueño de tener al menos uno de mis libros publicados (hoy ya son tres); por ese motivo la ruta alternativa es la autopublicación. Es muy satisfactorio ver cómo los lectores van acompañando, sumándose a ser parte de este sueño.

¿De qué forma autopublicaste tus libros? ¿A través de una editorial, alguna plataforma en especial?

Todos fueron publicados a través de una editorial cordobesa. La distancia no es un inconveniente puesto que la mayoría de las etapas del proceso de edición se van resolviendo vía mail, con archivos que vienen y van. Además de los libros en papel, ofrecen no sólo la opción digital sino también el sistema bajo demanda a través de su librería virtual. Cabe aclarar que, al día de hoy, mis libros ya no son comercializados por ella, pero aún tengo ejemplares de las últimas reimpresiones (los cuales los manejo yo).

¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de ser un escritor autopublicado?

La autogestión implica resignar horas de escritura para convertirse en el responsable de publicidad, prensa, organización de eventos, edición de videos, diseñador, etc. ¡Todo un aprendizaje! Cada uno puede tomar sus propias decisiones y disponer de la obra como mejor le parece; incluso desde lo económico optando por los medios en que será comercializada y los porcentajes correspondientes. La venta personal es el mayor beneficio, pero sin duda esto se debe al contacto directo con los lectores, especialmente en las ferias. Un punto a favor que nace de la necesidad de aunar esfuerzos e intercambiar estas experiencias entre los autores independientes son las diferentes iniciativas que están surgiendo para tal fin. En mi caso particular, soy administradora de LEA (Literatura de Escritores Argentinos) junto a Javier Del Ponte y Gabriel Sosa. Escribir puede ser un proceso solitario, pero el camino literario no tiene porqué ser transitado en soledad.

¿Te gustaría que una editorial conocida publique tus libros alguna vez?

Sería interesante ya el sólo hecho de saber que han tenido en cuenta mis obras para analizarlas. A veces priorizan obras extranjeras, cierran las puertas a autores noveles y no dan lugar al fantasy de escritores argentinos. Ciertas respuestas desaniman ya que la mayoría de ellas (o todas) ni siquiera permiten el envío para una lectura del abstract de la obra a presentar, pero la idea es algún día publicarlos a todos, a los libros que tengo terminados y a los que están por venir, siempre creciendo y aprendiendo. Ojala en el futuro sea con el apoyo de una editorial conocida.

¿Estudiaste alguna carrera relacionada con la escritura? ¿Participaste de talleres literarios?

He estudiado una carrera completamente diferente; también idiomas, inglés y francés. Hace unos años realicé un muy interesante curso de literatura en inglés. Por otro lado, he participado de cafés y encuentros literarios. Incluso obtuve reconocimientos en cuento y poesía en un concurso organizado por uno de esos grupos literarios (auspiciado por la Municipalidad de Berazategui). En la actualidad, fui convocada para coordinar el taller literario de un centro cultural de Sarandí (Avellaneda, Bs. As.) que acaba de inaugurarse.

Antes de publicar tus libros, ¿utilizás los servicios de algún corrector literario?

Antes de decidirme a publicar, nadie había leído ninguna de mis obras. La directora de la editorial con la que he trabajado fue la primera en hacerlo con «Gemma» y «Perpetua». Ellos ofrecen el servicio de corrección y mis novelas (las mencionadas y «Gemma, todo por vos»),por supuesto, han pasado por esa etapa del proceso. Esas devoluciones fueron entonces las primeras, y es maravilloso cómo a lo largo del tiempo he recibido de parte de los lectores los mismos comentarios positivos.

En la actualidad, ¿estás escribiendo alguna obra que te gustaría publicar más adelante?

Tengo muchas obras esperando su momento de ver la luz y sí, siempre hay alguna más en proceso. Varias a la vez, de hecho. ¿Publicarlas a todas? Sí, me encantaría. Hoy en día no es fácil, pero todo el cariño, los comentarios propios de los libros y el apoyo que recibo, me impulsan hacia adelante y representan un mimo al alma. El desafío es llegar a los lectores, que conozcan mis novelas y se dejen atrapar por ellas; todos los días se trabaja un poquito para ello. Ayuda muchísimo que personas como vos, Soledad, nos regalen un espacio para poder difundir nuestras obras y experiencias. Estoy muy agradecida

¿Qué consejos le darías a una persona a la que le gusta escribir?

Me suelen escribir o preguntar, lo cual es realmente un halago. Me emociona muchísimo que alguien se interese en saber lo que pienso y me deje ser parte del principio de su camino literario. Lo principal es ANIMARSE.¡Que las ideas no se pierdan! No duden en escribir lo primero que se les ocurre. No hay escritos malos; hay textos que pueden mejorar. Todos nacen de una primera idea que no se desestimó y que sirve aunque sea, nada más ni nada menos, para llevarnos hacia otra mejor.
Es importante dejarlo fluir y obviamente disfrutarlo. Así que… ¡a darle alas a nuestros sueños de papel!


Podés encontrar a Vanina Rodríguez en los siguientes sitios:







sábado, 23 de abril de 2016

Reseña: Northanger Abbey (Jane Austen)

La abadía de Northanger es una novela escrita por la reconocida autora inglesa Jane Austen. El libro fue escrito a fines del siglo XVIII y publicado por primera vez (y de forma póstuma) en 1817. Yo leí la edición de Debolsillo de 2015, traducida por Isabel Oyarzábal.

La protagonista de la novela es Catherine Morland, una chica de diecisiete años, quien viaja a la ciudad de Bath con el señor y la señora Allen. Es la primera vez que Catherine viaja y conoce a mucha gente nueva. Entre esas personas se encuentran, por un lado, los hermanos Isabella y John Thorpe y, por el otro, los hermanos Eleanor y Henry Tilney. Catherine y sus amigos asisten a reuniones, bailan, conversan y hacen excursiones hasta que un día la familia Tilney la invita a conocer la residencia familiar: la misteriosa abadía de Northanger.

Esta novela es diferente al resto de las novelas de Austen. Para empezar, es una parodia de las novelas góticas que estaban de moda en la época en que vivió la autora, por lo tanto está llena de situaciones humorísticas que aún hay causan gracia. En el libro se nombran muchas novelas, que pensé que eran inventadas, pero después descubrí que eran verdaderas, como Los misterios de Udolfo. Jane Austen critica los clichés de este tipo de historias. Además está escrita de una forma muy "moderna". Por ejemplo, en algunos momentos, la escritora le habla directamente al lector, opina y debate sobre las novelas, los lectores y las convenciones sociales. Siento que, en esta novela, Jane Austen abre la puerta de su mundo interior y logra expresar libremente sus ideas y pensamientos. Me gustó mucho ver lo que pensaba la gente sobre las novelas. Por un lado, tenemos a Catherine, que adora leer novelas hasta el extremo de mezclar la ficción con la realidad y, por el otro, está John Thorpe, que no lee novelas y las considera una diversión inferior.

Y en este momento, tengo que explayarme sobre los personajes que son un punto importante en la historia. Como en todas las obras de Austen, siento que a través de sus historias viajamos en el tiempo y espiamos por un rato cómo vivía y qué pensaba la gente hace doscientos años atrás. Como dije anteriormente, Catherine es una ávida lectora de novelas góticas. Al principio de la novela, es una chica inexperta pero con el tiempo madura y aprende a no mezclar la realidad con la ficción. Henry Tilney es el protagonista masculino de la novela. Es un clérigo y lleva una vida tranquila. Aunque no me gustó tanto como otros galanes de las novelas de Austen (adoro al señor Darcy, al señor Knightley y al coronel Brandon), no puedo negar que el señor Tilney tiene su encanto. Su hermana Eleanor se convierte en una leal amiga de Catherine y es uno de mis personajes favoritos del libro. Otros integrantes de la familia Tilney son Frederick, el hijo mayor, y el general Tilney, padre de los tres hermanos. Frederick es un mujeriego que solo quiere divertirse y el general Tilney es un padre despótico e interesado. Lo único que le importa es casar a sus hijos con personas que sean adineradas. Con respecto a los antagonistas de la novela, tenemos a los hermanos Thorpe: Isabella y John. Isabella, una chica manipuladora y egoísta, se convierte en los primeros capítulos del libro en la mejor amiga de Catherine ya que está interesada en su hermano James Morland. John es el personaje más insoportable de la novela. Es arrogante y se interesa en Catherine porque cree que tiene plata. Es totalmente opuesto a Henry Tilney y genera varios malentendidos en la novela.

A la hora de calificar La abadía de Northanger en Goodreads, no dudé y le puse cinco estrellas. Me gustó tanto como Orgullo y prejuicio y Emma, dos novelas muy conocidas de Jane Austen. Un must-read para los fans de Austen, pero también recomendado a los que gustan de los clásicos y de las historias de época con un poco de humor y crítica social.

sábado, 16 de abril de 2016

El fenómeno de la autopublicación de libros en Argentina

Desde hace un par de años, comenzó a llamarme la atención la cantidad creciente de escritores autopublicados. En los primeros tiempos, eran más que nada extranjeros, pero luego empecé a notar que había varios argentinos. Debo reconocer que al principio no les di mucha importancia y no tenía ganas de leerlos. Me imaginaba que eran amateurs que escribían obras de dudosa calidad literaria. Sin embargo, la curiosidad pudo más y me animé a leer algunos libros y cuentos. Así descubrí que había de todo. Por un lado, es cierto que algunos eran muy amateurs y sus textos tenían graves errores de puntuación, gramática y ortografía, pero por otro lado, había algunos que eran de una calidad que nada tenía que envidiarle a los libros publicados por editoriales reconocidas. Para conocer más sobre este fenómeno, entrevisté a cinco escritores argentinos autopublicados: Vanina Rodríguez, Ariel Pytrell, Nathalia Tórtora, Javier Del Ponte y Melisa Ramonda.

Me intrigaba la formación de los escritores autopublicados. Una se imagina que todos los escritores estudiaron Letras, pero me llevé una sorpresa al ver que, en su mayoría, han estudiado disciplinas que no tienen gran relación con la literatura. Vanina Rodríguez estudió Hotelería y Nathalia Tórtora es licenciada en Museología y Gestión del Patrimonio. No obstante, ambas han participado de talleres literarios; incluso, Vanina coordina uno. Por su parte, Javier Del Ponte estudió Derecho durante unos años para luego cambiar y dedicarse a estudiar Psicología, carrera, que afirma, le posibilitó el ingreso al mundo de la escritura. Melisa Ramonda además de ser diseñadora, también es ilustradora y cuenta que trata de aprender lo necesario para escribir sus obras. Ariel Pytrell es el que tiene una formación más clásica, en comparación con el resto de los escritores que entrevisté, ya que sí estudio Literatura. Sin embargo, es importante remarcar que también es director y formador de actores.


Una de las preguntas que les hice a los escritores fue por qué decidieron autopublicar sus libros. La mayoría se queja de que las grandes editoriales no tienen en cuenta a los nuevos escritores. Vanina comenta que "es muy difícil llegar a una que reciba el material y que lo analice. La mayoría, si contesta, dice que tiene cerrada las puertas para recibir manuscritos”. Ariel, que es un escritor experimentado y que a diferencia del resto sí ha sido publicado por editoriales, me contó su experiencia personal al intentar publicar la novela Sombras del fin del mundo: "considero a Sombras de fin del mundo (Bindalinē 1) como «original» y «literaria», que no responde a conclusiones de análisis de marketing. Todas las editoriales, nacionales y extranjeras, que recibieron el original aprobaron todo, pero no pasó la prueba de «vendible», según los parámetros actuales de lo que debe ser un libro «publicable». Me pareció una enorme pena que una historia que me llevó desarrollar casi toda la vida (comencé a escribir la lengua Danahuacal’ate, que es la que se habla en la serie, a los diez u once años) se perdiera para siempre". Ariel remarca que las editoriales se rigen por las leyes del mercado y opina que "en los últimos treinta años los editores son más parecidos a técnicos en marketing y dirección de empresas que a su otro costado, el literario. Esto trajo un cambio radical en la forma de gestionar el mercado, de «surtir» a las «demandas» de los géneros, porque publican libros cuyo valor radica en ofrecer garantías ya probadas".



Con respecto a la forma en que autopublicaron sus libros, Ariel, Melisa y Nathalia optaron por publicar a través de Amazon. Ariel y Nathalia además utilizaron los servicios de Hesíodo, una plataforma argentina. Ambas plataformas imprimen por demanda, Según Nathalia, lo bueno de utilizar este medio es que no se necesita una inversión inicial que muchas veces los escritores independientes no poseen. En el caso de Melisa hay que destacar que ella misma se encarga del diseño, edición y maquetación de los libros mediante su propio emprendimiento, Dark Unicorn Ediciones. Vanina y Javier, por su parte, optaron por editoriales argentinas que publican libros de escritores independientes, como Tinta Libre y Thelema. Nathalia también utilizó este tipo de editoriales, en su caso, la ya nombrada Thelema y Ediciones de la Grieta. Le pregunté a Javier si en Rosario había posibilidades de autopublicación y me nombró a Baltasara Editora y a Laborde Editor.


Les pregunté a los escritores cuáles eran las desventajas de la autopublicación y coincidieron en cuatro puntos negativos: el alto costo económico, las múltiples tareas que debe realizar el escritor, la falta de distribución y publicidad, y el desprestigio que tienen las ediciones de autor. Ariel considera que "es durísimo para un autor, por más experiencia que tenga en el mercado editorial, traccionar su propio libro sin, prácticamente, mucha inversión". Vanina afirma que "la autogestión implica resignar horas de escritura para convertirse en el responsable de publicidad, prensa, organización de eventos, edición de videos, diseñador, etc". Melisa opina que "tener el aval de un sello editorial conocido y que haya publicidad a un nivel más importante siempre ayuda a vender mucho más que la promoción que uno puede hacer. El autopublicado está limitado de muchas formas, la venta del libro en papel es la que más sufre porque si la gente no lo ve en su librería amiga, no se va a meter en internet a comprarlo, muchas veces es compra por impulso". Algo similar nos cuenta Nathalia: "los libros autopublicados no llegan a las librerías ni tienen publicidad en ningún lado. Los lectores no saben de la existencia de un montón de libros independientes que seguramente les encantarían. Y aunque los conocieran por verlos en algún blog, no los podrían conseguir porque no están en librerías. Esto es un problema especialmente para quienes nos dedicamos a escribir literatura juvenil. El adolescente promedio no tiene la posibilidad de comprar online o de viajar de una ciudad a otra por un libro". Según Javier,
hay "varios factores que convergen para que el trabajo del autor independiente sea difícil y poco valorado. Por un lado, lo que yo llamo como falta de riesgo editorial. ¿Qué quiere decir esto? Que las grandes compañías editoriales han dejado de buscar la novedad en las penumbras, hoy se limitan a tomar fenómenos en expansión y añadirle todo su aparataje publicitario y de difusión para que aquellos fenómenos alcancen tamaños mundiales (y que por otro lado, muchas veces esos fenómenos distan mucho de ser literatura de calidad, me reservo los ejemplos). Por otro lado, y en consecuencia del primer factor, está la falsa creencia de que aquello que no ha tomado trascendencia, que no tiene un sello editorial importante, no tiene la calidad suficiente".

Pero no todo es negativo. Entre las ventajas, podemos citar que el escritor puede controlar todo el proceso de publicación y no recibe presiones por parte de las editoriales. Nathalia opina que "una de las ventajas de ser independiente es que nadie te corre con fechas de entrega o con qué es lo que deberíamos estar escribiendo. Un escritor independiente tiene la posibilidad de experimentar nuevos géneros, tomarse su tiempo, encajonar proyectos para más adelante y manejar sus horarios como prefiera. Además, el escritor independiente es dueño de su obra y puede publicarla cuantas veces quiera con distintas editoriales o servicios de impresión porque es dueño de sus propios derechos". Vanina destaca además las distintas iniciativas que están surgiendo para que los escritores autopublicados puedan aunar esfuerzos e intercambiar sus experiencias, como LEA (Literatura de Escritores Argentinos), una iniciativa que lleva adelante junto con Javier y Gabriel Sosa.

Ante la pregunta de si les gustaría que una editorial conocida publique sus libros, la mayoría contestó que sí. Melisa afirma que "mientras sean serios conmigo y respeten mi trabajo, yo me animaría a trabajar con una editorial. Todo depende de lo que ofrezcan. A mí me interesa la distribución del libro físico más que cualquier otra cosa, en este momento, porque es algo que no tengo". Nathalia cree "que sería interesante tener una novela publicada a gran escala, con buena repercusión y que gracias a esa sola novela los lectores pudiesen llegar a todas las demás, que seguirían siendo independientes. Es un sueño un tanto utópico, pero uno nunca sabe qué le depara la vida". Por el contrario, Ariel, que varias veces fue publicado por editoriales, cree que, a pesar de las desventajas, seguirá publicando en la modalidad de autoedición. Se muestra muy interesado en Amazon. 

Escribir esta entrada fue una gran experiencia para mí. Me llevó varios días de producción. Tuve que pensar las preguntas, contactar a los escritores y redactar la entrada. Me sirvió para dejar de lado los prejuicios iniciales que tenía con los escritores independientes, ya que aprendí que hay una gran cantidad de trabajo y esfuerzo detrás de un libro. Además, admiro la pasión por la escritura que los alienta a seguir adelante a pesar de las adversidades para poder cumplir su sueño. Gracias a esta entrada, también descubrí que me gusta hacer entrevistas, por lo que más adelante proyecto contactar a otros escritores. Y también a varios traductores para que me cuenten sus experiencias. De forma mensual voy a ir publicando las cinco entrevistas que hice para esta entrada. ¡No se las pierdan!

sábado, 9 de abril de 2016

Cuento del mes: The Lottery (Shirley Jackson)


Este mes elegí el cuento La lotería de la escritora estadounidense Shirley Jackson. Fue escrito y publicado en el mes de junio de 1948 en la revista The New Yorker. Al principio, el relato no tuvo un buen recibimiento por parte del público y varios lectores enviaron cartas con quejas a la revista. Incluso muchos lectores dejaron de comprarla. Elegí este cuento porque es una de las obras que sirvió de inspiración a Suzanne Collins para escribir Los juegos del hambre.

Pueden leer la versión original en inglés aquí o la traducción al español aquí.

Luego de leer el cuento de Jackson, me di cuenta de que Collins se había inspirado en este relato para escribir las escenas de las cosechas de tributos. En el cuento de Jackson, vemos como todos los habitantes de un pequeño pueblo estadounidense se reúnen para presenciar un sorteo. Un gran acierto de la escritora es contarle al lector cuál es el "premio" de la lotería recién en los últimos párrafos del cuento. El suspenso de la historia mantiene enganchado al lector que no entiende por qué la gente junta piedras ni qué tipo de premio obtendrá el "afortunado" ganador.  
Como dije anteriormente, el relato tuvo una recepción negativa y muchos lectores le pidieron a la autora que diera explicaciones sobre la situación narrada en la historia. Un mes después de la publicación de The Lottery, Shirley Jackson dijo: "Es muy difícil explicar lo que quise transmitir con la historia. Al ambientar un rito antiguo y brutal en el presente y en mi propio pueblo, quise provocar un impacto en los lectores del cuento con una dramatización gráfica de la violencia sin sentido y la crueldad general que ocurre en sus propias vidas". 

Shirley Jackson (1916 - 1965)
A pesar de la controversia inicial, The Lottery se convirtió en un clásico de la literatura estadounidense y hoy en día, es un cuento que suele leerse en las escuelas. Si después de leer el cuento, tienen ganas de leer un análisis profundo y comprender los simbolismos de la historia, les recomiendo que lean el análisis de Sparknotes. En 1969, se filmó un corto basado en este relato. Es muy fiel al original. Pueden verlo aquí. En 1996, se hizo una película para televisión que funciona a modo de secuela del cuento. Les dejo el enlace aquí


URL de las imágenes: 

sábado, 2 de abril de 2016

Reseña: Los que aman, odian (Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares)

Los que aman, odian es una novela policial escrita por Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Fue publicada por primera vez en 1946, en la legendaria colección El séptimo círculo, por la editorial Emecé. El ejemplar que yo tengo es una reedición que sacó el diario Clarín este año.

El médico homeópata Humberto Huberman se hospeda en un solitario hotel de Bosque del Mar que pertenece a unos parientes lejanos, Esteban y Andrea. Huberman es escritor además de médico y se aloja en el hotel para poder realizar una adaptación para el cine de la obra Satyricón de Cayo Petronio. Allí conoce a las hermanas Emilia y Mary, a un hombre de apellido Atuel y a los doctores Cornejo y Manning. También vive en el hotel un niño llamado Miguel, que es sobrino de Andrea. Una tormenta de arena provoca que nadie pueda abandonar el hotel y, en medio de esta tempestad, un hecho luctuoso acontece: Mary aparece muerta. La policía irrumpe para investigar la misteriosa muerte y Huberman colabora activamente con la investigación.

La novela Los que aman, odian está narrada en primera persona por el doctor Humberto Huberman, un narrador testigo que nos relata todo lo que ocurrió durante su estadía en Bosque del Mar. La novela consta de 34 capítulos breves y, en total, tiene solo 149 páginas por lo que se lee muy rápido.

Se trata de una novela policial tradicional, similar a las de Agatha Christie, pero que transcurre en Argentina en la década del cuarenta, lo que le da un toque especial. Cumple con las características propias de este tipo de novelas: una muerte misteriosa, varios sospechosos y una resolución final. Muchos consideran que esta novela es, en realidad, una parodia de las novelas policiales de la época. El libro tiene fragmentos humorísticos. Un personaje muy gracioso es la dactilógrafa, que se la pasa matando moscas.

Me gustaron mucho las imágenes que crearon los autores, como el hotel rodeado de arena, el velero abandonado en la playa, el cangrejal y la tormenta de arena que dura varios días. Con respecto a los personajes, me sorprendió encontrar a una "colega" en la novela. Mary es una traductora literaria, que se dedica a traducir novelas policiales. Esta novela nos muestra cómo se ejercía esta profesión de un modo artesanal en aquellos años. Mary escribía a mano o con una máquina de escribir. En su habitación, tenía los libros que había traducido como así también los borradores de sus traducciones (anotaba varias opciones para la traducción de una oración hasta que encontraba una que le gustaba). No debemos olvidar que Ocampo y Bioy Casares trabajaron como traductores literarios. También me sorprendió encontrar un personaje que tiene el mismo nombre de pila que mi papá (el comisario Raimundo Aubry). Se ve que Raimundo era un nombre bastante común por aquel entonces.

Luego de leer la novela, dudé sobre cuántas estrellas ponerle en Goodreads. Sería 3,5 de 5, pero como siempre  redondeo para arriba, quedó en 4 estrellas. No es un gran libro, a muchas personas tal vez le resulte muy simple la trama, en comparación con otras novelas. Sin embargo, me resultó muy entretenida además de contar con el encanto de ser el único libro que escribió de forma conjunta el matrimonio Ocampo-Bioy Casares, dos de mis escritores argentinos preferidos. Es un libro ideal para leer en el verano, en la playa, cuando uno quiere evadirse un rato de la realidad y las preocupaciones cotidianas.